LA MAGIA DE LA NIEVE, AL ALCANCE DE TODA LA FAMILIA

En Andorra hay un lugar que encandila tanto a grandes como pequeños. Se trata de Naturland, una estación de esquí de fondo con interesantes propuestas para todos. Por la mañana, puedes dedicarte a explorar la cota 2000, donde la aventura está servida. En ella encontrarás un sinfín de actividades como raquetas de nieve, motos, trineos, esquí nórdico e, incluso, tubbys. ¡Ni los más peques querrán irse!

Naturland es un espacio inmenso, así que una buena idea es pasar la tarde en la cota 1600, donde te esperan muchas más sorpresas. Si vienes con niños pequeños, les encantará ir descubriendo este paraíso de nieve. Pueden montar en el Tobotronc, el tobogán en la naturaleza de mayor longitud del mundo. Pero eso no es todo, porque también disfrutarán a lo grande en los vehículos eléctricos y en el emocionante Airtrekk, un circuito considerado el mayor ski trail de Europa. Acabarán tan agotados que dormirán como angelitos.

El segundo día te proponemos descubrir los circuitos infantiles de Pal Arinsal y Ordino Arcalís. Encontrarás el jardín de nieve y el parque Agustina, donde los niños aprenderán a esquiar junto a Pocoyo y Agustina, mientras los padres exploráis las distintas pistas del sector Norte. Si optas por Grandvalira, puedes recorrer con los peques sus circuitos de esquí familiar, como el Mon(t) Magic del sector Canillo.

Por la tarde, dirígete a Escaldes-Engordany, donde se ofrecen actividades para todos los gustos. Si os gusta el arte, podéis visitar el CAEE o el Museo Carmen Thyssen; también podéis recorrer el casco histórico parando en la coqueta Font del Roc del Metge.

Si prefieres relajarte, los niños lo pasarán genial en el spa infantil, un espacio acuático especialmente pensado para su disfrute dentro del emblemático balneario de Caldea. Camas de agua, una playa con dunas o bañeras de hidromasaje son algunas de las zonas para que los peques se entretengan mientras tú disfrutas de tu propia experiencia termal.