Trashumancia
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La "Trashumancia, movimiento estacional de los rebaños", forma parte de una candidatura transnacional que, desde 2023, está inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. Los demás países son: Albania, Austria, Croacia, España, Francia, Grecia, Italia, Luxemburgo y Rumanía.
Desde tiempos inmemoriales hasta mediados del siglo pasado, la agricultura y la ganadería han sido las principales actividades económicas de Andorra y, por extensión, de toda la cordillera de los Pirineos.
En la actualidad, en primavera y en otoño, agricultores y pastores (hombres y mujeres) continúan organizando el movimiento de los animales siguiendo rutinas tradicionales de pastoreo que, siempre que es posible, se hacen a pie por caminos o senderos ganaderos ancestrales. Pastos de verano o agostaderos en la montaña (trashumancia vertical), y pastos de invierno en la llanura (trashumancia vertical).
En Andorra, esta actividad ha dejado un legado cultural y, a la vez, material, en forma de patrimonio arquitectónico (bordas, cabañas de pastores, ordeñaderos, caminos de piedra seca, etc.), y paisajístico (pastos de altura, prados de siega, hazas, etc.) que actualmente perdura. También un legado inmaterial vinculado a la producción agraria y ganadera, que se sigue transmitiendo de generación en generación.
La ruta de la trashumancia por el valle de Incles te permitirá no solo descubrir sobre el terreno todo este legado, sino también ver ganado pastando en altura. Más información en este enlace.
Turismo respetuoso
Excursionistas, ciudadanos y consumidores podemos contribuir fácilmente a la conservación de este bien común, sabia mezcla de tradiciones seculares y de patrimonios culturales y naturales frágiles, siguiendo estos sencillos consejos:
- Respetar los derechos y usos de estos territorios cuando los atravesamos.
- Disfrutar de la gastronomía de productos locales elaborados por la comunidad trashumante.
- Apoyar a los agricultores y ganaderos locales que trabajan día tras día para preservar para todos un territorio de elevado valor medioambiental.
Inscripción en la UNESCO
La inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO refuerza el reconocimiento de esta práctica tradicional que favorece el desarrollo sostenible, promueve el bienestar animal y la producción de productos de proximidad, a la vez que contribuye a proteger los recursos de los espacios naturales, preservando la biodiversidad de los ecosistemas de montaña y mitigando los riesgos asociados al cambio climático.
Actualmente, la trashumancia de ganado debe hacer frente a nuevos retos ante el regreso de especies animales predadoras protegidas, en especial, el oso y el lobo, que pueden ocasionar daños en el sector ganadero.
En este sentido, se están implementando nuevos mecanismos legales que reconozcan su interés general para poder asegurar la continuidad de un sector ganadero dinámico, el mantenimiento de la vida en las zonas rurales, el desarrollo de un turismo sostenible y responsable, y la preservación de la ya citada biodiversidad.
