Patrimonio de la Humanidad en Andorra

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“El patrimonio cultural constituye uno de principales testimonios de la historia, la identidad y la creatividad de un país” (art. 34, Constitución del Principado de Andorra).

Entre la multitud de activos culturales y naturales de Andorra, varios de ellos, de los que nos sentimos particularmente orgullosos, han alcanzado un estatus especial: el valle del Madriu-Perafita-Claror, el valle de Ordino, las Fallas de Andorra la Vella y la trashumancia. Todos forman parte del Patrimonio de la Humanidad, el plan de protección de bienes naturales y culturales de la UNESCO.

El valle del Madriu-Perafita-Claror, que fue declarado Patrimonio Mundial en el año 2004 en la categoría de paisaje cultural, es un microcosmos que representa a la perfección la manera en la que el hombre ha aprovechado los recursos de las zonas altas de la cordillera de los Pirineos durante milenios. Los paisajes del valle no son solo testimonios de los cambios climáticos del planeta, sino también de los avatares económicos y de los sistemas sociales de sus habitantes. Este espacio, que es el único de Andorra sin carreteras, incluye varios hábitats humanos (en particular, asentamientos estivales de pastores), así como cultivos en terrazas, senderos de piedra y vestigios del trabajo de fundición del hierro.

Las Fallas de Andorra se encuentran en la categoría de Patrimonio Inmaterial de diciembre de 2015 y forman parte de la candidatura de las "Fiestas del fuego del solsticio de verano de los Pirineos". Se trata de un proyecto transversal que reunió 63 municipios de Cataluña, Aragón, Andorra y el sur de Francia y que cuenta con el apoyo oficial de tres estados: Francia, España y Andorra. Esta tradición ancestral resucita cada año con la celebración del Solsticio de verano, en la que las fallas y los "fallaires" desempeñan una función relevante.

La trashumancia, el movimiento estacional de personas y su ganado entre zonas geográficas o climáticas, tiene lugar cada año. En primavera y otoño, pastores y pastoras organizan el desplazamiento de miles de animales por senderos tradicionales.

La agricultura y la ganadería han sido las principales actividades económicas de Andorra desde tiempos inmemoriales, hasta la mitad del siglo pasado. La actividad está estrechamente relacionada con los ciclos naturales del territorio, ubicado en medio de la cordillera de los Pirineos. En este contexto, la trashumancia del ganado se ha practicado tanto en nuestros valles para aprovechar los pastos de alta montaña en verano (trashumancia vertical), como trasladando los rebaños hacia las llanuras de los territorios vecinos de España y Francia (trashumancia horizontal) en invierno. En el valle de Incles puedes descubrir sobre el terreno este legado, además de ver ganado pastando en altura. 

Esta actividad tradicional de Andorra quedó inscrita en la UNESCO, en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2023.

Fiestas de la Osa

Andorra, como país de montaña, ha tenido que sobreponerse a condiciones adversas, como el frío y la nieve, en un entorno ya de por sí complicado. En este entorno, en el que el invierno es la estación más dura del año, nacieron las Fiestas de la Osa en distintos lugares del país. El motivo de que sean osas y no osos no lo sabemos a ciencia cierta,  ya que no existe teoría alguna que se haya podido contrastar con fuentes fiables.

La Fiesta de la Osa es una farsa  representada en forma de comedia de un solo acto. Es decir, una expresión cultural viva y dinámica, un ritual que abre un espacio de encuentro para la comunidad, en la que nos permitimos hablar abiertamente de los acontecimientos del año de manera festiva y también sarcástica y crítica.

Podrás seguir esta representación en el Baile de la Osa de Encamp, que se celebra el lunes de Carnaval, y la Última osa de Ordino, que tiene lugar la primera semana de diciembre.

Las Fiestas de la Osa están incluidas en el Inventario General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Andorra como bienes inmateriales y, desde noviembre de 2022, están reconocidas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Ordino, Reserva de la Biosfera por la Unesco

En cuanto a Ordino, hay que decir que forma parte de la Reserva de la Biosfera por la Unesco desde octubre de 2020 gracias al hecho de ser uno de los espacios de Andorra que mejor ha sabido conservar su entorno natural. En Ordino podemos ver un claro ejemplo de la perfecta integración de su sociedad con la naturaleza: a pesar de estar dividida en 8 poblaciones diferentes, sus tradiciones y costumbres rurales cohabitan perfectamente con las tecnologías y los equipamientos de última generación, un transporte público sostenible y un servicio de alojamiento y de gastronomía de primera calidad para toda la familia. Por último, los amantes del deporte al aire libre verán en Ordino un lugar idóneo para practicar sus actividades favoritas, ya que el valle presenta unos paisajes naturales singulares durante todo el año.

En este sentido, Ordino ha recibido el reconocimiento internacional Best Tourism Villages por parte de la Organización Mundial del Turismo (OWNTO). Un reconocimiento internacional como destino rural, comprometido con la naturaleza, el medio ambiente y el desarrollo sostenible a través del turismo, como eje principal del desarrollo de la parroquia.

Candidaturas en proceso de trabajo

Entre otras propuestas en fase de estudio, actualmente Andorra, España y Francia impulsan una candidatura transnacional para el Patrimonio Mundial de la UNESCO. Este proyecto, que se está llevando a cabo bajo el epígrafe “Los testimonios materiales de la construcción del Estado de los Pirineos: el coprincipado de Andorra”, pone en valor la permanencia de unas instituciones singulares, desde la Edad Media hasta nuestros días, a través de una docena de monumentos repartidos por la geografía del país, la Seu d’Urgell (Alt Urgell, España) y Foix (Ariège, Francia).

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