Gastronomía andorrana
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La cocina andorrana es heredera de una tradición secular vinculada a los aromas y sabores de la alta montaña, a los productos propios de la zona y de temporada, y está condicionada por las estaciones y tradicionalmente caracterizada por la autosubsistencia. Con el paso del tiempo, nuestra gastronomía también ha recibido y asimilado las influencias de la cocina francesa y catalana.
Recetario de Gastronomía Andorrana
Para preservar esta parte de la identidad del Principado, se ha creado el Receptari de Gastronomia Andorrana, en el que se incluyen una treintena de recetas tradicionales. Este recetario es fruto de un amplio y extenso trabajo de investigación histórica y científica: el Corpus del patrimoni culinari del Principat, conformado por más de 400 elaboraciones. Una colección de recetas seleccionadas que forman parte del patrimonio gastronómico vivo de Andorra.
Sello Cocina tradicional de Andorra
Para reforzar la identidad culinaria del país y nuestras especificidades, desde el Gobierno se ha creado el sello “Cocina tradicional de Andorra”. Se trata de un distintivo destinado a los restaurantes que proponen en su oferta gastronómica platos y bebidas preparados según las recetas tradicionales del patrimonio gastronómico vivo de Andorra, y que trabajan con productos agrícolas y artesanos de la tierra o de proximidad. Los establecimientos que cuentan con el sello son los restaurantes de los hoteles L’Isard, Abba Ordino Babot y Termes Carlemany, junto con los restaurantes Minim’s y Can Manel.
Bordas tradicionales
La gastronomía tradicional también se preserva en casas de alta montaña, popularmente conocidas como bordas. Antiguamente se utilizaban para almacenar el grano y proteger el ganado, y ahora han sido transformadas y acondicionadas como restaurantes. En estos espacios arquitectónicamente singulares, puedes disfrutar de los platos y las especialidades típicas más tradicionales de nuestro país. ¡Descubre la cocina andorrana en alguna de nuestras bordas tradicionales!
Manjares tradicionales de Andorra
La escudella es un plato de cuchara a base de verduras de temporada y carne de cerdo. Un plato tradicional que suele servirse en invierno y en actos populares. En Navidad, la puedes degustar con pasta, un plato llamado sopa de galets o sopa grossa.
El trinxat de montaña es un plato tradicional de los Pirineos hecho a base de col de invierno, patata, ajos y tocino.
Los canelones a la andorrana son una variante de la receta catalana que mezcla carne de cordero, cerdo y gallina en unos rollos de pasta acompañados con bechamel.
La carne de caza se integra en unos platos que encontrarás al inicio de la temporada de caza, como el civet de liebre o jabalí. Generalmente se sirve en estofado con verduras y setas. Y con la llegada de la temporada de pesca, podrás degustar la trucha a la andorrana, salteada con almendras y jamón.
El bacalao solía ser un plato principal, como los arenques o el congrio, pescados que llegaban a zonas de montaña gracias a su conservación a base de sal. Hoy puedes degustar el bacalao gratinado con alioli, siendo la forma más tradicional de comerlo.
Las setas como los boletus, los níscalos, las negrillas, las murgas o las senderuelas suelen ser las más comunes. Las encontrarás en cremas, arroces, salsas y como complemento de todo tipo de carnes.
El alioli de membrillo es una salsa a base de membrillo, aceite y ajo que suele acompañar las carnes a la brasa. Una salsa muy apreciada en la cocina de montaña.
Los embutidos del país se producen en la tradicional matanza del cerdo que se celebra en enero, donde se elaboran productos como la bringuera, la donja, el bisbe, las longanizas y las morcillas.
La achicoria amarga, también conocida como diente de león, se recoge directamente de la montaña, siendo una excelente variante para la ensalada. Suele condimentarse con tocino y frutos secos, pero solo puedes encontrarla en primavera.
Los caracoles a la llauna acostumbran a cocinarse a la brasa y se condimentan con varias especias. Suelen acompañarse con alioli de membrillo, toda una delicia para los paladares más exigentes.